Quesos con Ojos
El Fontina Ricolact es un queso semiduro de origen italiano, reinterpretado en la cuenca lechera santafesina con el sello de calidad RICOLACT. Se distingue por su textura cremosa, su sabor suave y envolvente, y su corteza sintética de tono amarillo intenso, que protege su maduración y mantiene su humedad interior.
Presentaciones
TIPO
Queso de pasta semidura con ojos
CORTEZA
Cáscara sintética, color amarillo
PRESENTACIÓN
Hormas redondas de 6 kg aproximadamente.
ESTACIONADO
Período mínimo de 60 días
Características
VISTA
Presenta una corteza sintética fina, uniforme y brillante, de color amarillo característico. Al corte, se revela una pasta de tonalidad marfil a amarillo pálido, de estructura cerrada con ojos bien formados y distribuidos.
TACTO
Textura semiblanda, ligeramente elástica, con una humedad equilibrada. Al presionar, cede con suavidad y deja una sensación cremosa. En boca, se percibe aterciopelada y fundente.
GUSTO
Sabor delicado, con notas dulces y lácticas en su juventud, que evolucionan hacia matices más complejos con el estacionamiento. Se aprecian recuerdos a manteca, crema y un sutil toque de nuez fresca, con un final persistente y armonioso.
OLFATO
Aroma limpio y refinado, con predominancia de notas lácticas, mantecosas y un dejo herbáceo muy tenue. Al calentarse, desarrolla un perfume más pronunciado, similar al de una manteca dorada.
Consumo y maridaje
¿Cómo cortarlo?
Primero fraccionamos la horma en dos mitades y posteriormente en cuñas, (siempre, desde el centro hacia la corteza). Una vez que contamos la cuña, se recomienda cortar triángulos del mismo grosor que abarquen un trocito de la corteza y del corazón de la horma para apreciar todo su esplendor. Se puede optar por dejar la corteza amarilla, para dar color a la tabla y distinguirlo de otros quesos, pero no se recomienda consumirla. Para su uso en la cocina, se puede rallar, cubetear, respondiendo muy bien a cada instancia.
En la cocina
El queso fontina RICOLACT es un queso extremadamente versátil: se funde con suavidad sin perder su estructura, lo que lo convierte en un ingrediente ideal para fondue, gratinados, salsas, rellenos y empanadas. También brilla en tablas de quesos, donde aporta una textura cremosa y un sabor equilibrado que armoniza con embutidos, frutos secos y panes de masa madre.
Maridaje
El fontina encuentra excelentes aliados en vinos blancos estructurados o tintos suaves que respeten su delicadeza. - Blancos: Chardonnay con paso por madera o Semillón mendocino, que aportan volumen y acentúan su perfil mantecoso. - Tintos: Merlot o Pinot Noir patagónico, que equilibran su dulzura láctica con taninos finos y buena acidez. A su vez, marida muy bien con cervezas doradas tipo Kölsch o Golden Ale, de perfil liviano y maltoso, que acompañan su sabor sin opacarlo. También se destaca junto a una cerveza tipo Honey, que complementa sus notas lácticas con un toque dulce y floral.







