Quesos Duros
El Sardo Ricolact es un queso de pasta dura con auténtico ADN argentino. Elaborado artesanalmente con leche de vaca de la cuenca lechera santafesina, conserva su corteza natural, sin recubrimientos sintéticos, para mantener intacto su carácter original. De sabor intenso y textura firme, es un clásico infaltable en la mesa, en la cocina y en toda buena picada nacional.
Presentaciones
TIPO
Queso de pasta dura, madurado
CORTEZA
Corteza natural, envasado al vacío
PRESENTACIÓN
Horma cilíndrica de 3,5 kg de perfil convexo y con sus características franjas marcadas. Condicionado en cajas de 2 o 3 unidades.
ESTACIONADO
Período mínimo de 120 días, en cámaras especiales
OTRAS PRESENTACIÓNES
Se presenta también en hormas de 3,5 kg con sólo 30 días de maduración, con una masa más fresca. Se diferencia por su etiqueta en tonos más claros.
Características
VISTA
Corteza natural, firme y seca, de color dorado claro. En su interior, la pasta es compacta, de tono amarillo marfil, sin ojos, que puede ir variando de tono amarillento en función a la maduración.
TACTO
Pasta compacta y consistente, de fractura quebradiza o granulada. En la boca, resulta seco al inicio y se vuelve cremoso al liberar los aceites naturales del queso
GUSTO
Su sabor es ligeramente picante, y puede incrementar a medida que avanza su maduración, encontrándose con un ácido láctico sutil muy característico.
OLFATO
Su aroma incrementa de intensidad en relación con el tiempo de maduración; encontrando un sutil toque animal y terroso típico de los quesos de maduración lenta.
Consumo y maridaje
¿Cómo cortarlo?
Tomar la horma y marcar con un cuchillo todo su perímetro, dividiéndola por la mitad de forma vertical, sin clavar utensilios, y ejerciendo una leve fuerza para que abra a la mitad conservando su textura virgen en el interior. Luego se dividen en trozos irregulares con la ayuda de un cuchillo en forma de punzón.
En la cocina
Versátil y sabroso: se puede rallar sobre pastas o gratinados, fundir en salsas cremosas, o disfrutar en finas láminas sobre carnes y vegetales grillados. Su equilibrio de salinidad y cuerpo lo hace ideal tanto para la cocina diaria como para platos gourmet. También es perfecto para acompañar fiambres y embutidos tradicionales argentinos: chorizo seco, bondiola, jamón crudo o salames caseros. Su textura firme y sabor profundo contrastan de manera deliciosa con los grasos y especiados de los chacinados.
Maridaje
El Sardo RICOLACT se disfruta junto a vinos tintos argentinos con buen cuerpo y carácter, como un Malbec mendocino, un Cabernet Sauvignon patagónico o un Tannat salteño. También armoniza con cervezas tipo Amber Ale o con un vermut artesanal.





