Nuestros inicios fueron sin silos para recibir leche ni pasteurizador, pero contábamos con el apoyo de un gran equipo que comenzamos a construir desde ese primer día.

Procesos tan simples, como el envasado, eran otro problema; como también las cargas de camiones al aire libre, bancando desde las temperaturas más elevadas, hasta las heladas más duras; pero con un sólo objetivo en mente, salir adelante y desarrollar este emprendimiento.

Pero teníamos algo a favor... el conocimiento de ser vendedores. Nuestros productos fueron bien recibidos y nos permitió apostar a diversificar en otros de mayor valor agregado. Gracias al apoyo de productores locales y zonales, comenzamos a incrementar el volumen de leche recibida, quienes se sumaron a nuestro equipo y se mantienen fieles hasta el día de hoy.

Luego con objetivos y estrategias mucho más claras, entendiendo como funcionaba el negocio de la lechería y desarrollamos nuestro portafolio de productos, apostamos al crecimiento en nuestra producción, ampliamos instalaciones y mejoramos las condiciones en general.

4
tambos

3000 L
en 3 tinas